Ellas son Olga, Andrea, Sandry, y Amanda. Viven en Santa Rosa del Sur, un pequeño pueblo del Sur de Bolívar, en Colombia. Han formado la FUNDACIÓN SARA para apoyar a los colectivos más vulnerables de su municipio, como las personas con discapacidad, o promover la reforestación del territorio. Para ello han puesto en marcha un emprendimiento con el que financiar sus fines sociales. Están invirtiendo sus propios recursos – recursos que no les sobran – en sacar adelante un proyecto agrícola, orgánico, y sostenible: cultivo de cilantro. Aguzando el ingenio, fabricando su propio riego por goteo, construyendo con sus propias manos estructuras con las que proteger el cilantro de las lluvias a veces torrenciales.
En algunas de las imágenes, nuestra Directora Gerente, Teresa Carazo, visita su emprendimiento y toma nota de sus explicaciones.
La Fundación Sara tiene por el momento 200 metros cuadrados de terreno con cilantro cultivado. Aspiran a llegar a tener una hectárea. Después de asistir a la Escuela de Emprendimiento impartida por la Fundación Hogar Juvenil de Colombia, presentarán su proyecto – que incluye aspectos agropecuarios, y aspectos empresariales como un presupuesto de ingresos y de gastos, y un análisis de rentabilidad de la inversión – al fondo concursable creado por la Fundación Desarrollo Sostenible ADF para financiar emprendimientos rurales liderados por jóvenes en la zona.
Aplaudimos su ánimo, su valentía, y su determinación. Su determinación de trabajar, progresar, y crecer, creando desarrollo, convivencia y paz en una zona tan castigada por los conflictos. Y les deseamos todo el éxito del mundo.